miércoles, 21 de diciembre de 2016

EL PERDÓN, AQUEL MAESTRO QUE TODO LO SABE Y CAMBIA VIDAS

Estos días de fiestas navideñas, es imposible que no te topes con alguien, con aquella persona que no deseas ver o tal vez con la que deseaste ver todo el bendito año.
Estos días de fiestas navideñas, es imposible no quedar atrapado en el tráfico, desconfiar de todo el mundo y quejarnos de las promociones que están muy caras o se han terminado.
Este año para mi ha sido reflexión y aprendizaje puro.

Como aquel escrito de voz gruesas que tanto me hacía reír, imita tan bien el tono de voz de las personas originarias de la selva que simplemente recordarlo .. ahora me hace reír. Esta gran persona me enseñó a controlar mi ansiedad ante la injusticia. No quedarme de brazos cruzados pero actuar con inteligencia. Comparte conmigo el amor por el café y tengo mucho orgullo de que esté logrando sus objetivos profesionales. Acompañarme a pintar muros en el verano no fue fácil y si estás leyendo esto; desde el fondo de mi corazón te doy las gracias.


Como aquella amiga con la que discutes casi todas las semanas pero cuando te desmoronas es la primera que corre a abrazarte y deja que mojes su vestido con tus lágrimas; aquella que te da motivación para seguir contra todo y contra todos, siempre con alegría, por que si perdemos la fe, nos decimos la una a la otra ... "aquí estoy y no me voy a ir".



Como aquel chico inteligente, detallista y amable hasta el tuétano. Organizado, chistoso y que escala y escala las más hermosas montañas del país; esta semana comprendí por fin lo importante que es conquistar la cumbre cuando das todo para llegar y sobre todo ... la vista que te brinda la naturaleza es el premio al esfuerzo más increíble. No lo comprendí en ese entonces. Lo lamenté mucho en aquel momento.

Como aquel que ama as guitarras y las donuts de carita feliz. Aquel que llama al doctor cuando estás enferma y sólo cuando no está te das cuenta de que estuvo.
Cuando a pesar de que todo salió mal, sabes que al encontrarse sólo existirá espacio para un gran y fuerte abrazo.
Ayer me perdoné a mi misma, por no haber aprendido fácil, por ser terca, por no explicarme mejor, por creer que todo lo podía sola y sola podía todo, al creer que el arco iris llevaba hacia una olla de tesoros; por no ver la realidad y concentrarme en aquello que era tan fácil; la comprensión y el amor.



Ayer me perdoné a mi misma. Ayer llamé a cada una de estas personas y a pesar de que el daño fue mutuo en su momento; se sintió tan pero tan bien poder reírme con ellas; decirles lo orgullosa que me siento, lo mucho que aprendí y la nueva persona que soy; más fuerte, inteligente, sabia, paciente y con mucha más fe de que las personas tenemos una misión en la tierra y que seguir el camino así sea rocoso, oscuro y marchito es la mía; lo seguiré a ojos cerrados, pues sé que en el trayecto encontraré aventuras, personas que buscan lo mismo que yo ... no dejarlo para mañana ... hacerlo hoy.


Existen personas que están muriendo hoy, están sufriendo hoy, no tienen esperanzas HOY.
Perdonar te va a cambiar la vida. Deja los rencores y orgullos de lado. Pedir perdón es la manera más hermosa de demostrar amor, y ayer recuperé en mi vida a personas maravillosas.

Lucia

1 comentario:

  1. Refrescante refleccion sobre el perdon, buen final para mi dia y algo que llevarme a mi almohada

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