SECRETOS DEL NUEVO MILENIO; COSAS QUE NO SABÍAS DE MÍ

Ando oyendo por segunda vez todo el "Yield" de Pearl Jam; los que me conocen saben que es uno de mis discos favoritos y que siempre le doy vueltas y vueltas por que simplemente lo amo y me define como persona. Su sonido, su fuerza, las letras, la estructura; todo.

Lo escucho mientras como un pan con mantequilla, que también es uno de los bocadillo más ricos del mundo, al menos para mí, es barato y lo puedes llevar contigo mientras caminas; también me gustan las verduras pero el pan con mantequilla lleva consigo aquella nostalgia de mi días del nido en donde por ataques de pánico no podía separarme de mi padre. Quería ser como mi padre una semana, a la siguiente quería parecerme a mi madre, luego a mi abuelita y además también tuve el sueño de ser doctora veterinaria y salvar a todos los animales de manera gratuita hasta que me dí cuenta que no podía ver sangre, al menos no en vivo y en directo.
La música siempre fue mi escape y mi salida. Desde niña recuerdo poniendo los cassettes en mi radio y alucinarme estrella de rock, tanto que me quedaba con Diana hasta las 2 de la mañana sólo escuchando música, todo eso a loas 14 años.

Recuerdo la estética, los momentos femeninos forondiles de aquellas épocas años 98 y la dinámica venía así; yo le cortaba a Diana el Cabello y yo me lo cortaba sola, siempre desigual, no quería nada parejo en mi vida, nada estructurado, nada cuadriculado, lo cortaba a ojos cerrados.
Quedaba muy chiquito y desaliñado, tal como queríamos.

Luego venía la ruptura de las prendas; eso quería decir que usar las prendas que parecieran nuevas no era el objetivo; debían estar rotas, las camisas de cuadros de hombre, los polos con cualquier estampado, el mismo pantalón cortado hasta el talón; éramos dos locones.

Terminábamos con la ropa y venían los accesorios que incluían rosarios, cadenas en los bolsillos, pulseras de tela; cualquier cosa que pudiésemos encontrar dentro de la casa, ya fuese de mamá o de mi abuelita y a veces pagaba pato mi papá.

Venía la parte difícil y complicada; ¿Cómo salíamos en esas fachas sin que mi madre o padre nos vieran?; era tan difícil como esconder al enamoradito de esos años o incluso más, por que literalmente había que hacer magia para salir a dar un par de vueltas al parque de la esquina.
Pues lo que hacíamos era lo más lógico; salíamos arregladas ( aparentemente) y luego ya afuera, todo volvía a nuestra normalidad y comodidad.

Corríamos, saltábamos por la tierra, íbamos a buscar al grupito de la esquina y nos íbamos a escuchar música a la playa; uno de ellos cogía el auto de su madre que era muy grande y escapábamos hacia Barranco.

Recuerdo a loas 16 años, dos años después; ir a galería Brasil con mis propinas y comprar 3 puros de marihuana, yo pensaba que era otra cosas, tabaco o algo así; y muy conchuda ingresaba a mi casa así y nadie olía nada por que obvio no sabía ni fumar cigarros, menos marihuana.

Intenté aprender por que en esa época parecía lo más cool pero nunca aprendí.
Una noche caminando por Barranco con Diana, llevábamos estos puros y me dijo: "Fati ... y si los fumamos?"; recuerdo que agarró el puro e intentó fumarlo y no hizo efecto por que obviamente no sabía fumar tampoco. Nos matamos de risa.

Hacíamos desastres en supermercados y de cuando en cuando robaba golosinas; eran un par de chupetines pero me grupito me celebraba la gracia.
En ese tiempo no me maquillaba, tenía el cabello oscuro hasta los hombros, no lo dejaba crecer y ya tocaba con Diana algunos covers y webadas que nacían de alguna "borrachera" con un vaso de algún vino barato de Barranco llamado "San Remo" y costaba 3 soles con 50 centavos.

Nunca me gustó lo tradicional, nunca acepté lo tradicional; no es que esté mal pero a veces me parecía taaaaaan aburrido; yo quería descubrir cosas nuevas, música nueva, arte nuevo, amigos nuevos, costumbres nuevas; coleccionaba canicas, coleccioné insectos muertos, también muñecos de plástico y chapitas de cerveza.

Me alucinaba siendo locutora de Doble 9, y en mis cassettes yo misma presentaba mis programas; aún tengo esos cassettes.

Me encantaba R.EM y The Police; Nirvana y Pearl Jam.

Me encantaron esos años, en donde era fácil engañar a mi mami, o bueno; pensábamos que la engañábamos pero ahora sabemos que no.

Diana siempre fue mi mejor amiga, mi compañera de robos, de maldades, de travesuras, de intentar pertenecer al coro de la iglesia, de cocinar caramelo, de comer bolsas gigantes de Snaps, de jugar a no vernos bonitas, de jugar a vernos raras y mientras más extrañas mejor.

Nunca me gustó lo tradicional.

Fato